por Marco Fernández
Cuando fueron introducidos por primera vez por las compañías farmacéuticas que los inventaron, el nueva clase de analgésicos opioides fue promocionado como un cambio de juego. Drogas que eran poderosas, efectivas, duraderas y, lo más importante, no adictivas. Con el tiempo, sin embargo, la realidad de la situación se hizo evidente. Y para entonces, millones de usuarios inocentes ya se habían vuelto adictos a los opioides sin darse cuenta.
Lejos de no ser adictivo, la clase más nueva de analgésicos opioides resultaron ser igual de adictivos. Y en algunos casos incluso más adictivos que los medicamentos más antiguos a los que fueron diseñados para reemplazar. Para entonces, la crisis de adicciones ya estaba en pleno apogeo. Millones de inocentes pacientes con dolor crónico ya estaban sufriendo.
¿Qué causa la adicción a los opioides?
Entonces, ¿cómo se vuelven adictas las personas a los opiáceos? ¿Podría alguien que te importa estar en riesgo? Si alguien en su vida sufre de dolor crónico o está tomando opioides después de una estadía en el hospital, la respuesta corta es sí.
La misma respuesta se aplica si alguien en su vida lucha contra la adicción. Incluso si están en recuperación, su amigo o familiar podría terminar reincidiendo. Los bajos precios de venta al público de los opioides sintéticos y la amplia disponibilidad de medicamentos recetados como Oxycontin y Vicodin presentan una tentación difícil.
Saber cómo y por qué las personas se vuelven adictas a los opioides es un paso importante para los amigos y familiares preocupados. Nunca es demasiado pronto para comenzar ese viaje hacia la comprensión.
Opioides y percepción del dolor
Cuando se trata de tratar una condición de dolor crónico, los analgésicos opioides pueden ser efectivos por un tiempo. Pero un efecto secundario sorprendente de estos poderosos medicamentos es que pueden aumentar la percepción del dolor. A largo plazo, esto empeora aún más un problema de dolor existente.
Como resultado, muchos pacientes con dolor crónico terminan aumentando sus dosis a medida que aparece este dolor de rebote. Pueden estar confundidos por este efecto secundario y no entender completamente lo que está pasando. Y muchos pacientes nunca consultan a sus médicos al respecto. Como resultado, el uso excesivo de la droga puede establecer una especie de círculo vicioso, obligando a los pacientes a tomar más pastillas para aliviar menos el dolor.
Si alguien en su hogar ha estado usando opioides para aliviar el dolor, es importante monitorear cuidadosamente su uso. Cuando se les acaba el medicamento a mediados de mes o buscan nuevas recetas, es probable que experimenten una mayor percepción del dolor y una menor eficacia del medicamento. Si ese es el caso, es importante comunicarse con un centro de rehabilitación de drogas para obtener orientación adicional.
Curiosidad y automedicación
El dolor crónico es solo una de las razones por las que las personas buscan analgésicos opioides. Hay otras razones por las que estos medicamentos se usan tan ampliamente. En algunos casos, el uso de analgésicos opioides comienza con una experimentación aparentemente inocente. Pero ese uso puede salirse rápidamente de control.
Podría ser tan simple como un adolescente que encuentra una vieja receta de Oxycontin en el botiquín de sus padres. O un estudiante universitario que compra unas pastillas en el campus. Podría ser un estudiante-atleta con una lesión que usa opioides como un tipo de automedicación para poder permanecer en el juego.
No importa cuál sea el motivo, sin embargo, el uso de medicamentos opioides puede tener implicaciones graves, e incluso de por vida, para los hombres y mujeres que los toman. Si le preocupa su propio uso de opioides recetados o le preocupa alguien más en su vida, obtener ayuda oportuna podría marcar la diferencia. Hay ayuda disponible en forma de desintoxicación de calidad, rehabilitación de drogas y otros servicios, pero el primer paso depende de usted.